JUSTIFICACIÓN
Con el inicio de la adquisición de estas dos actividades (leer y escribir), comienza una nueva etapa en nuestras vidas. Leer es un recurso cognitivo de gran importancia, pues no solo es capaz de proporcionarnos información, sino también nos ayudará a ir creando hábitos y a obtener con mayor facilidad técnicas que nos permitan expresarnos de una forma más adecuada y rica, por escrito.
No se aprenden de forma aislada, sino mediante un proceso integrado, dinámico y constructivo, que requieren de práctica de habilidades como la observación reflexiva, la identificación, la comparación, la clasificación, la resolución de problemas, el análisis, la generalización y otras. No obstante, la lectura nos será, en todo caso, más cercana que la escritura, ya que probablemente desde muy pequeños nuestras madres o adultos cercanos, nos han leído cuentos o corregido nuestras expresiones orales, por ejemplo, un niño que dice "Se ha rompido" y le han explicado que "Se dice roto, no rompido". Estas habilidades son importantes para desarrollar niveles cada vez más elaborados de pensamiento, estilos de comunicación e interacción con el medio, además de que son la base de aprendizajes futuros.